miércoles, 14 de mayo de 2008

14 de mayo


Debemos estar más atentos. En el mundo están sucedindo demasiadas catástrofes naturales que ya estan dejando de ser casualidades.
No es que no hayan ocurrido accidentes naturales con anterioridad. Está claro, que nuestro planeta sigue su propia evolución y cambio. Pero sí es cierto que está afectando a demasiadas personas y que se nos está produciendo una especie de anestesia contra tanto dolor.
Cuando yo era pequeña y nos enterabamos en un pequeño pueblo de la calamidad que había azotado algún lugar, que no sabíamos ni situar en el mapa, se nos convocaba a rezar, a sentirnos solidarios con los que lo habían perdido todo. Poco o casi nada podíamos hacer, pero estoy segura, que al menos tratábamos de poner fervor en nuestras plegarias, y si de algo servía, que sirvieran como un peuqeño bálsamo.
Ahora nos enteramos de las noticias, pero solemos mirar para otro lado, y si acaso colaboramos, a los tres días, ¿qué digo a los tres días? a los dos días nos hemos olvidado.
No solo nos hace falta solidaridad, sino también calor humano.

No hay comentarios: